Absceso y úlcera
El absceso y la úlcera son dos formas diferentes de lesiones cutáneas. Un absceso es una lesión cerrada donde se acumula pus debajo de la piel. El pus, en realidad un grupo de neutrófilos muertos, se acumula en forma de cavidad. Esto indica un proceso infeccioso en curso que puede ser causado por parásitos o bacterias. El asentamiento del pus en una cavidad es en realidad un mecanismo de defensa del cuerpo para que la infección no se propague a los tejidos cercanos.
Los abscesos se ven como una cápsula delgada que sobresale cuya característica de presentación se llama la pared del absceso. Esta pared está adyacente a las células de la piel sanas cercanas, lo que hace que sea muy notable tanto al tacto como a la vista. El único inconveniente de este mecanismo de aislamiento es que las células inmunitarias ya no pueden penetrar en la cavidad, lo que deja sin control a las bacterias causantes.
Los signos y síntomas distintivos de un absceso son los mismos que los signos cardinales de cualquier proceso inflamatorio. Primero, hay enrojecimiento y calor que luego se convierte en una inflamación visible acompañada de dolor. Si el absceso continúa empeorando sin tratamiento, se producirá una pérdida temporal o incluso permanente de la función.
Los abscesos pueden ser superficiales y profundos. En el caso de los primeros, los abscesos generalmente se forman en la piel (los más comunes). Los abscesos más profundos pueden formarse tan profundamente como los tejidos pulmonares, las amígdalas e incluso el cerebro. Más importante aún para los abscesos profundos, estas lesiones son bastante fatales, ya que algunas pueden obstruir estructuras internas vitales como la tráquea. Sin embargo, estos casos son raros.
Con respecto al tratamiento, los abscesos rara vez se curan por sí solos. Por lo tanto, algunos toman antibióticos o emplean procedimientos menores invasivos como curetaje y desbridamiento cuando sea necesario. El enfoque más simple es realizar el drenaje cuando la cavidad que sobresale se ha convertido en una encapsulación suave similar al pus. El drenaje se realiza primero mediante punción o punción de la pústula.
Las úlceras son muy diferentes de los abscesos en el sentido de que hay una desintegración real del tejido. Para el tipo más grave, las úlceras pueden penetrar no solo en la capa superior de la piel, sino también en la dermis y las áreas subcutáneas. Las úlceras típicas aparecen enrojecidas e inflamadas, mientras que algunas pueden formar cráteres abiertos (generalmente de forma irregular), muy dolorosas y muestran signos visibles de erosión de la piel. Incluso pueden sangrar.
Las úlceras generalmente son causadas por los siguientes factores: calor o frío extremos, mala circulación sanguínea, inmovilidad prolongada e irritación local. Hay varios grados de úlceras del 1 al 4, siendo 1 la clase menor y 4 la más grave, que implica la muerte de las células (necrosis).
El tratamiento para las úlceras es casi lo mismo que tratar los abscesos, pero solo toma más tiempo. Las úlceras en la etapa 4 pueden incluso requerir injertos de piel o cirugías plásticas.
1. Los abscesos suelen ser lesiones encerradas, mientras que las úlceras suelen ser lesiones abiertas.
2. Los abscesos más comunes generalmente se encuentran superficialmente, mientras que las úlceras pueden penetrar profundamente debajo de la piel.
3. Los abscesos curan más rápido en comparación con las úlceras.