Diferencias entre el Islam y la Jihad

Anonim

Introducción Hoy en día, en prácticamente todas las naciones del mundo, el término Jihad se ha convertido en sinónimo de violencia y desorden. Incluso los ciudadanos de Oriente Medio que son conscientes del significado real de la palabra jihad tal como se revela en el Corán, a menudo expresan sentimientos negativos cuando hablan de ello. Esto se debe a que las organizaciones internacionales de medios de comunicación atribuyen constantemente los actos internacionales de terrorismo y asesinato a los yihadistas. Se podría decir que la palabra jihad ha sido secuestrada por terroristas de todo el mundo para justificar sus actos de salvajismo.

La palabra Islam en realidad significa rendirse a la voluntad de Dios, y la palabra jihad se usa en el Corán para referirse al proceso de luchar o esforzarse para cumplir este mandato (Kiser, 2008). No hay mucha diferencia entre los significados de estas dos palabras, ya que ambas se refieren al proceso de sobresalir en el servicio de Dios. Ambas palabras indican que los creyentes deben apuntar a mantener la pureza y la dedicación a Dios en todas las circunstancias. De hecho, se puede decir que la noción de jihad no solo se encuentra en el Corán, sino que también es practicada por cristianos, hindúes y budistas. Esto se debe a que todas estas religiones exhortan a los creyentes a luchar contra los pecados internos, así como al mal externo en la sociedad (Fatoohi, 2009).

No hay diferencias reales entre el Islam y la Jihad No hay diferencias reales entre las palabras Islam y Jihad, pero hay que señalar que a este último se le ha dado un significado negativo sin causa en el siglo XXI. Según Khan (2010), las palabras Islam y Jihad representan la perpetuación de la paz entre los ciudadanos del mundo. Pocas personas se dan cuenta de que no se menciona la expresión guerra santa en el Corán. La palabra guerra santa se usó por primera vez en 1095 por el Papa Urbano II, cuando exhortó a los cristianos de Europa a peregrinar a Jerusalén para librar la guerra y capturar la tierra en la que nació Jesucristo (Tyerman, 2008).

El Corán menciona a los judíos en diferentes pasajes y también se refiere a los cristianos como Gente del Libro debido a su dedicación a las enseñanzas de Jesús, Moisés y Abraham, todos los cuales son profetas importantes en el Islam (Kiser, 2008). Los musulmanes en realidad han coexistido pacíficamente con personas de diferentes credos durante siglos. Según Fatoohi (2009), las enseñanzas del profeta Mahoma, tal como se registran en la Sunnah, confirman que los primeros casos que se juzgarán, en el Día del Juicio, son los que tienen que ver con el derramamiento de sangre inocente. El Corán también condena los actos terroristas y aconseja que los creyentes que participan en ellos deben ser castigados de la manera más severa (Fatoohi, 2009).

En el Islam, la palabra jihad en realidad se refiere al proceso de dedicarse al servicio de Dios a través de actos externos de misericordia, así como a la purificación interna. Según Kiser (2008), hay diferentes niveles de jihad. Un musulmán puede emprender la jihad interna para luchar contra los malos deseos y alcanzar altos estándares morales. Una comunidad puede emprender la jihad social para liberar a la sociedad de gobernantes injustos o luchar contra la opresión (Kiser, 2008). También se espera que los musulmanes realicen una jihad física cuando sus naciones o comunidades sean invadidas por tiranos extranjeros. La jihad física es reconocida como la forma más elevada de jihad porque podría resultar en la muerte de la persona que se involucra en ella, y por eso exige el sacrificio máximo (Streusand, 1997).

El Corán declara que el jihad físico solo se debe librar con fines defensivos, y no para aterrorizar a los ciudadanos inocentes de otras naciones y confesiones. No hay ningún verso en el Corán que autorice o fomente los atentados suicidas con bombas bajo ningún pretexto. Según Fatoohi (2009), el Corán enseña que obligar a las personas a convertirse al Islam por la fuerza es un crimen que debe ser castigado por la ley.

Conclusión Se puede decir que el Islam y la Jihad son sinónimos, ya que ambos piden al creyente musulmán que se someta a sí mismo a la voluntad de Dios. Ninguno de los dos aboga por que los musulmanes hagan la guerra a los ciudadanos de otras naciones, o que los conviertan al Islam. Ambas palabras alientan a los creyentes a esforzarse por someterse a valores morales más elevados en la búsqueda de Dios, y operar en el perdón y la misericordia cuando interactúan con personas de otras religiones religiosas.