Fibromas y quistes

Anonim

Los fibromas y los quistes son anormales en los crecimientos de ciertos tejidos. Los fibromas se encuentran principalmente en el útero, mientras que los quistes pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Tanto los fibromas como los quistes son benignos y no amenazan la vida. La mayoría de las veces permanecen sin ser detectados y se descubren solo durante una revisión o exploración del cuerpo completo.

¿Qué son los fibromas?

Los fibromas son un crecimiento celular que se encuentra en el útero o el útero. Son de naturaleza no cancerosa. Ocurren en mujeres pertenecientes al grupo de edad reproductiva. Su incidencia es menor en mujeres mayores de 30 años y en mujeres posmenopáusicas. Por lo general, hay una historia familiar de esta condición. Médicamente se denominan como leiyomiomas, miomas o fibromiomas.

Los fibromas pueden ser únicos o múltiples en número. Su tamaño puede variar desde tan pequeño como un guisante hasta lo suficientemente grande como para ocupar todo el útero. Los fibromas se pueden ubicar en cualquier parte del útero. Los fibromas que se producen en el revestimiento muscular del útero se conocen como fibromas intramurales y son la variedad más común que se encuentra. Los fibromas suberosos se encuentran en la pared externa del útero y, a veces, se extienden hacia la pelvis. Los fibromas sub mucosos crecen desde la pared interna y penetran en la capa media del revestimiento muscular uterino. Los fibromas pedunculados se unen a la pared uterina externa a través de un tallo delgado y delgado.

La causa de los fibromas aún no se comprende completamente, pero parece haber una conexión entre el nivel de hormonas femeninas y el tamaño de los fibromas. Los niveles altos de estrógeno y progesterona tienden a aumentar el crecimiento de los fibromas, por lo que su tamaño aumenta en el embarazo, cuando el nivel de hormonas es el más alto. La obesidad es otra causa posible de los fibromas, ya que también está relacionada con un aumento de los niveles de estrógeno. Cuando comienza la menopausia, la mayoría de estos fibromas se encogen o desaparecen debido a la caída en los niveles de hormonas femeninas. Los que comen menos verduras y frutas y más carne roja tienen un mayor riesgo de desarrollar fibromas.

En la mayoría de los casos, las mujeres que tienen fibromas no son conscientes de su presencia. Surgen en exploraciones pélvicas de rutina. Una vez detectado, su crecimiento debe ser monitoreado con exploraciones de seguimiento regulares. En algunos casos, las mujeres que tienen fibromas presentan un flujo menstrual inusualmente intenso, dolor pélvico intenso, dolor durante las relaciones sexuales y abortos espontáneos repetidos. Por lo general, los fibromas no afectan el embarazo, pero si se encuentran cerca de la vagina o son grandes, pueden provocar una presentación de nalgas, un inicio temprano del parto y una cesárea.

El tratamiento de los fibromas se basa enteramente en los síntomas presentados. En los casos más leves, se administran analgésicos para aliviar el dolor. Se prescriben medicamentos para reducir el flujo menstrual. En casos muy severos, opciones quirúrgicas: histerectomía (extirpación del útero), miomectomía (extirpación de los fibromas), ablación endometrial (con LASER), ultrasonido focalizado guiado por IRM o LASER para quemar el fibroide y embolización de la arteria uterina (cortando el suministro de sangre al fibroide) son considerados.

¿Qué son los quistes?

Los quistes, por otro lado, son sacos llenos de líquido anormales unidos al órgano cercano. Pero tienen una demarcación membranosa definida y distinta. Pueden afectar prácticamente a cualquier órgano del cuerpo como piel, hígado, riñón, mama, ovarios, cerebro, etc. Pueden ser microscópicamente pequeños o tan grandes como una pelota de tenis.

La causa de los quistes aún no se ha identificado, pero los factores genéticos, el desarrollo defectuoso de los órganos, el bloqueo de los conductos que afectan la salida de líquidos o las afecciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico pueden desempeñar un papel en su desarrollo.

Los síntomas de los quistes pueden variar según su ubicación. Los quistes de hígado y riñón son asintomáticos y se detectan solo en exploraciones regulares. Los quistes mamarios pueden ser dolorosos. Los quistes en el cerebro causan dolor de cabeza y los quistes de la piel aparecen como bultos y protuberancias.

Los quistes ováricos son sacos llenos de líquido dentro del ovario. Puede causar dolor pélvico, movimiento intestinal doloroso, urgencia urinaria, distensión abdominal, cambios en el flujo menstrual. También pueden dificultar la concepción, ya que pueden bloquear el paso de los óvulos desde el ovario hasta el útero. Son de dos tipos funcionales o patológicos. Ninguna variedad es cancerosa.

La extirpación quirúrgica del quiste o la aspiración (drenaje) del líquido es la única forma de tratar los quistes.