Encarnación y reencarnación
La encarnación y la reencarnación son conceptos espirituales y religiosos. La mayoría de la gente confunde que la encarnación y la reencarnación tienen el mismo significado. Las personas religiosas, especialmente aquellas que creen en estos conceptos espirituales, creen que hay diferencias significativas entre la encarnación y la reencarnación.
En primer lugar, el concepto de encarnación normalmente se atribuye a las deidades o seres espirituales superiores que descienden sobre un ser físico menor, como la forma humana. Para los cristianos, este concepto puede ilustrarse con la creencia de que el espíritu de Dios se encarnó en una forma humana que es Jesucristo. Entonces, cuando se habla de encarnación, hay un matiz más profundamente religioso.
Por otro lado, la reencarnación tiene un significado menos específico. Para la mayoría de los espiritistas, la reencarnación es el proceso repetido de encarnación de almas menores desde el estado espiritual al estado físico. Algunas religiones creen que el cuerpo es solo una concha o un vehículo del alma. El cuerpo puede ser destruido pero el alma permanecerá. Así que esta alma continuará reencarnándose en otros seres físicos en un proceso interminable de encarnación.
Otra gran diferencia entre la encarnación y la reencarnación radica en la cuestión de cómo terminan estos dos procesos espirituales. Para los espiritistas, la encarnación es parte del universo. Es un fenómeno interminable mientras haya seres físicos viviendo en la tierra. Eso es porque las almas "nuevas" son creadas continuamente por el ser superior. Estas almas "nuevas", por lo tanto, encontrarán un estado físico para completar el proceso de encarnación.
Por otro lado, el ciclo de la reencarnación finaliza cuando el alma "vieja" logra completar su propósito. Esto significa que el "viejo" ha alcanzado el estado más alto de estado físico y ahora está listo para ir al lugar definitivo donde residen las almas.
Encarnación y reencarnación son conceptos diferentes. El primero se refiere a un estado espiritual superior que desciende o se transforma en un estado físico inferior. El último se refiere al proceso repetido de encarnación de las almas viejas hasta que estén listos para ocupar su lugar en el cielo.