Crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad
Diferencias entre los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad Los crímenes de guerra, que pueden cometerse durante una guerra civil o guerras interestatales, incluyen la ejecución sumaria, la explotación de la propiedad privada, la tortura y la deportación de personas contra su voluntad. El artículo 147 de la Convención de Ginebra especifica que estos actos son crímenes de guerra cuando se cometen en tiempos de guerra (Richards, 2000). Los crímenes de lesa humanidad pueden definirse como la persecución deliberada de civiles sobre la base de factores como la raza, las creencias políticas, la cultura o la religión (Bassiouni, 1999). Los crímenes de lesa humanidad, que a menudo son cometidos por funcionarios del gobierno, generalmente resultan en actos de violencia sexual, exterminio, encarcelamiento y esclavitud humana (Enciclopedia del Holocausto, 2016). Si bien los actos de agresión dentro de una situación de conflicto solo pueden considerarse crímenes de guerra cuando alcanzan un umbral específico, los actos de agresión dentro de cualquier entorno pueden definirse como crímenes de lesa humanidad. Por ejemplo, si los reservistas de la policía arrestan violentamente a los manifestantes, no se puede decir que sus acciones sean crímenes de guerra. Sin embargo, pueden ser acusados de crímenes de lesa humanidad. Los crímenes de guerra definen las actividades criminales que se cometen en un contexto más amplio que los crímenes de lesa humanidad. Los crímenes de guerra ocurren en una situación de conflicto cuando hay violaciones a gran escala del derecho internacional humanitario, e incluso prácticas consuetudinarias que se perciben localmente como obligaciones legales (IIP DIGITAL, 2007). En contraste, cualquier acto criminal puede ser un crimen contra la humanidad si se dirige a un grupo específico en base a diferencias políticas, género, raza o religión.
Los crímenes de guerra pueden ser perpetrados como un esfuerzo colectivo por parte de soldados, o por miembros únicos del ejército de cualquier rango. En contraste, los crímenes de lesa humanidad generalmente se perpetúan debido a la política oficial de apoyo del gobierno. Si el gobierno regional o nacional decide apuntar a una religión específica, por ejemplo, podría aprobar regulaciones que prohíban la práctica de costumbres específicas que pertenecen a dicha religión. También podría incitar a otros ciudadanos contra los adherentes de la religión en cuestión. Los políticos de alto rango a menudo son acusados de crímenes contra la humanidad cuando hay actos de limpieza étnica porque son los responsables de crear políticas que apoyen estas acciones (Enciclopedia del Holocausto, 2016). Hay más estigma relacionado con los crímenes contra la humanidad que los crímenes de guerra (Bassiouni, 1999). Por ejemplo, muchos alemanes jóvenes y de mediana edad aún consideran el holocausto con incredulidad y vergüenza, aunque sucedió antes de que nacieran. Los crímenes de guerra que fueron perpetrados por varios ejércitos durante el mismo período, sin embargo, casi han sido olvidados. Conclusión Esencialmente, la principal diferencia entre crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra tiene que ver con las circunstancias en que se cometen estos dos crímenes. Los crímenes de guerra violan los acuerdos internacionales que dictan qué derechos humanos deben respetarse durante los conflictos armados. Los crímenes de lesa humanidad, por otro lado, son delitos que se cometen contra grupos de personas sobre la base de la religión, la raza, las diferencias políticas y el género.
