Diferencia entre el movimiento del bebé y las contracciones
El movimiento del bebé en el útero durante el embarazo y las contracciones uterinas indoloras que se producen durante el embarazo son bastante difíciles de diferenciar. Estos movimientos son, sin duda, uno de los mejores sentimientos del embarazo, pero los dos definitivamente difieren en cuanto a su origen y naturaleza. Sin embargo, una madre puede diferenciar fácilmente entre las dos más durante sus embarazos posteriores después de tener el primer bebé.
Diferencia en la naturaleza:
El bebé comienza a moverse en el útero a las 16 semanas de embarazo. Los movimientos de la cabeza, las manos y las piernas se sienten como pequeñas patadas o golpes a la madre. Estos movimientos siguen aumentando a medida que el embarazo progresa y disminuye hacia el término. La disminución de los movimientos se debe a la falta de espacio para el feto en crecimiento, así como porque hacia la semana 35 la cabeza del bebé se fija en la pelvis de la madre.
Las contracciones del útero surgen de la musculatura del útero. Estas contracciones que ocurren durante el embarazo no tienen ninguna causa patológica y se cree que se deben a un útero irritado. Estas contracciones comienzan a partir de la 6ta semana del embarazo. Estos movimientos repentinos del abdomen que se producen como parte de un embarazo normal, sin representar ningún peligro para el bebé o la madre, se conocen como contracciones de Braxton Hicks. Las contracciones del útero que ocurren a término son contracciones dolorosas para expulsar al feto fuera del útero.
Diferencia en los factores que afectan:
Los movimientos del bebé en el útero se sienten mejor con madres delgadas que con madres gordas u obesas. La frecuencia de movimiento del bebé no es fija. A veces, el bebé puede moverse y patear varias veces en un día o estos movimientos pueden permanecer ausentes durante varias horas o incluso un día o dos. Sin embargo, si el bebé no se mueve durante mucho tiempo, es recomendable ponerse en contacto con el médico inmediatamente. El movimiento del bebé también se ve afectado por el estado de la madre. Los movimientos de la madre adormecen al bebé para que se duerma, por lo que no se sentirán los movimientos del bebé. Cuando la madre está en reposo o dormida, los movimientos del bebé aumentan. Además, cuando la madre está nerviosa o asustada, la adrenalina hace que el bebé se mueva con más frecuencia. Un aumento en los niveles de azúcar en la sangre de la madre, como después de un refrigerio o después de una comida, el bebé se mueve más debido a un aumento en la energía.
Las contracciones uterinas son irregulares, infrecuentes y esencialmente indoloras. Estos ocurren en cualquier momento y no tienen ninguna relación con los movimientos de la madre o su estado emocional. Estas contracciones, si ocurren con más frecuencia, a veces pueden incomodar a la madre. Es mejor mantener a la madre bien hidratada para evitar la irritabilidad del útero. Cuando estas contracciones comienzan a ocurrir juntas y se vuelven rítmicas y dolorosas, uno puede estar seguro de que el parto se ha establecido.
Resumen:
El movimiento del bebé y las contracciones uterinas son muy diferentes entre sí, pero son difíciles de diferenciar por las mujeres durante su primer embarazo. Los movimientos del bebé se sienten tan pronto como en la semana 16 de embarazo y se ven muy afectados por los movimientos y el estado emocional de la madre. Las contracciones del útero son movimientos indoloros e irregulares que comienzan en la sexta semana de embarazo y no tienen ninguna relación con el estado mental o los movimientos de la madre.
