Estructuralismo y funcionalismo.

Anonim

El estructuralismo y el funcionalismo son dos enfoques de la psicología. También son las dos primeras teorías psicológicas que han tratado de explicar el comportamiento humano de diferentes maneras y de abordar el estudio de la psicología desde diferentes perspectivas. El estructuralismo apareció primero y el funcionalismo fue una reacción a esta teoría.

El estructuralismo podría considerarse como la primera teoría formal en psicología que la separó de la biología y la filosofía en su propia disciplina. La psicología estructural fue descrita por primera vez por Tichener, un estudiante de Wilhelm Wundt. Wundt creó el primer laboratorio psicológico, por lo que las ideas de Tichener se vieron muy influenciadas por el trabajo realizado allí (Goodwin, 2008).

El estructuralismo o la psicología estructural fue un enfoque que intentaba analizar la mente humana estableciendo unidades básicas dentro de ella. El foco estaba en estas unidades básicas. El estudio de la mente se realizó a través de la introspección para establecer el vínculo entre diferentes experiencias internas, como sentimientos o sensaciones. El estructuralismo fue el enfoque que condujo a la creación del primer laboratorio psicológico y los primeros intentos de un estudio científico de la mente humana. Sin embargo, el problema con el estructuralismo era que se basaba en una técnica intrínsecamente intrínseca: la introspección. Los participantes tuvieron que centrarse en sus sentimientos y sensaciones para informarlos a los experimentadores; sin embargo, este enfoque se basó únicamente en medidas subjetivas, lo que limitó la precisión de este enfoque (Goodwin, 2008).

Poco después de su introducción, el estructuralismo se convirtió en objeto de muchas críticas debido a su falta de objetividad, por lo que se creó otra teoría como respuesta al estructuralismo (Schultz y Schultz, 2011).

El funcionalismo, por otro lado, propone que la conciencia no podría tener una estructura básica, por lo que no sería útil estudiarla desde este punto de vista. Más bien, la idea detrás del funcionalismo es que sería efectivo estudiar las funciones y roles de la mente humana en lugar de su estructura. El funcionalismo se centró más en el comportamiento (Goodwin, 2008).

El funcionalismo apareció como una reacción al estructuralismo, que no fue aceptado en América. Psicólogos como William James criticaron el estructuralismo y propusieron alternativas. James sugirió que la mente y la conciencia existían con un propósito, que debería ser el foco del estudio. También sugirió que la psicología debía ser práctica en lugar de puramente teórica, tal como se proponía en el enfoque estructuralista. El funcionalismo también se centró en aspectos más objetivos en lugar de la introspección. James creía en la conciencia, sin embargo, no podía encontrar una manera científica de estudiarla, por lo que optó por centrarse en el comportamiento, que podría estudiarse objetivamente (Schultz y Schultz, 2011).

Con su enfoque práctico, el funcionalismo sentó las bases para el conductismo, una teoría muy centrada en las medidas objetivas del comportamiento humano y en ver la función más que la estructura de la mente humana (Schultz y Schultz, 2011).

Tanto el estructuralismo como el funcionalismo fueron teorías importantes en su época y estuvieron entre las primeras teorías psicológicas formales. El estructuralismo influyó en el desarrollo de la psicología experimental y fue una teoría que comenzó a configurar la psicología como un campo separado. El funcionalismo apareció como respuesta al estructuralismo. También influyó en el desarrollo del conductismo, una teoría que fue muy importante en psicología. Se puede decir que la principal diferencia entre estructuralismo y funcionalismo está en lo que estudian. El estructuralismo estudia la mente humana y las unidades básicas que pueden identificarse a través de la introspección. El funcionalismo se enfoca en formas de estudio más objetivas y argumenta que es necesario estudiar aspectos de la mente y el comportamiento en términos de función. Ambos enfoques tienen una importancia histórica importante y han influido en el desarrollo de la psicología.